Autovacío

Un cigarro en medio de la noche no es, para nada, un método rápido de relajación. Sin embargo, a pesar de saberlo y de habérmelo demostrado cientos de veces, al final siempre me lo fumaba.

Lo hacía por la ventana abierta de par en par y fue entonces cuando descubrí las estrellas. Siempre me habían fascinado pero nunca me habían hecho sentir como hasta entonces. Pronto me convertí en un fanático estelar; bueno, más bien en un confeso compulsivo que intenta sacar todo lo que lleva dentro, desde la punta de los pies hasta el recuerdo más oscuro y peliagudo, como intentando crear el vacío en mi interior luego de cada calada, como intentando cambiarme de cara, dándome la vuelta tal cual calcetín. Todo mi yo se lo regalé al firmamento en pos de una solución.

Algún tiempo después fumaba echándole el humo en la cara al cielo, como intentando ocultar las estrellas a falta de nubes compactas, de esas de las que tanto se aburre uno en invierno. Me había cansado de su altiveza e intentaba apagarlas con cada calada.

Esperaba, ahora sé que en vano, que el firmamento me enviara algún tipo de señal mística, alienígena, de humo o vete a saber qué… por lo que algún tiempo después me sentía como echando humo ante un espejo en el que se reflejan todas las cosas que nadie quiere escuchar en boca de nadie, ni siquiera de uno mismo y me dije que la culpa eran de esas cuantas estrellas que veía desde la ventana de mi cuarto, así que lo mejor era cambiar la perspectiva.

Cogí mi petate y mis veinte efímeros compañeros y me fui. 

Con unos cuantos miles de kilómetros serían suficientes. 


3 comentarios:

Miguelito dijo...

Muy chulo Astronauta, hay veces que necesitamos que nos abran los ojos para ver.
Saludos

Astronautaentierra dijo...

A veces es necesario que nosotros mismos abramos los ojos

Gracias Miguelito, ya se te echaba de menos por aquí ^^

Desbrothy dijo...

Recurramos al tópico típico: No hay mayor ciego que el que no quiere ver.

P.d: me ha gustado mucho este escrito, por momentos me he sentido muy reflejado en él.