Os voy a confesar algo que llevaba tiempo esperando que sucediese. Algunas personas han intentado ponerme en la situación describiéndomelo concienzudamente pero no acababa de imaginármelo. Necesitas vivirlo por ti mismo.Y por fin, ese momento ha llegado ayer por la tarde...
Y es que es increíble lo que se puede hacer con las nuevas tecnologías, tanto para bien como para mal, aunque en este caso ha sido muy positivo: el cine en 3D unido a una película como Avatar tiene como resultado una experiencia increíble. Mi primera película en 3D será un bonito recuerdo que espero guardar por mucho tiempo.
¿O es que os habéis olvidado de la primera vez que habéis usado un walkman? ¿y un mp3? ¿y qué me decís de la primera vez que os habéis encontrado cara a cara con un ordenador? ¿y un teléfono móvil?
Quizás asumimos demasiado fácil los avances tecnológicos. Y con esto no quiero organizar un movimiento ludita sino hacer reflexionar sobre cómo incluimos esta "magia" continuamente en nuestras vidas y en muchas ocasiones prácticamente sin darnos cuenta. Pretendo que, dentro de unos cuantos años, cuando vuelva la vista atrás y recuerde la tarde de ayer en el cine, aunque por aquél entonces ya tenga una televisión 3D, como si fuese lo más normal del mundo, recuerde lo fantástico que fue mi primera vez.
También espero recordar que esta experiencia tuvo lugar en el cine de Leiro, un pequeño pueblo de unos 200 habitantes. Su dueño, un amante del cine, proyecta películas desde hace 25 años y se resiste a cerrarlo. Me ha recordado a la película Cinema Paradiso...
Me alegra ver que todavía existe gente que tiene sueños y que lucha por ellos.